Ni millonarios, ni a casas como sacadas de las páginas de una revista de decoración de interiores. Nos referimos a personas reales con presupuestos reales, que han logrado hacer de su casa su castillo, y se sienten profundamente cómodos con sus casas tal como son.
¡Descubre estos secretos de quienes aman su casa tal cual es y adáptalos a tu propio hogar!
#1 La decoración no se basa en las apariencias
Las personas que aman su casa no decoran de acuerdo a lo que está de moda, sino respondiendo a una pregunta muy personal: ¿qué voy a hacer en esta habitación, y con quién?
Cuando dejas de seguir las modas y de preocuparte por las apariencias, te liberas para diseñar una habitación que se adapte a tu auténtico estilo de vida. Los colores, las texturas, la iluminación, los muebles y la disposición de los mismos estarán orientados a tu comodidad, y se ajustarán más a tu estilo de vida.
#2 Tienen una cocina realista
Otra característica de quienes se sienten a gusto en su hogar es que escogen cocinas realistas, y no una copia de la cocina de un restaurante o de un “reality show” de cocina. Además, la decoración de la misma acompaña el resto del hogar, con toques cálidos que los hacen sentir como en casa, combinando la practicidad y el confort, pero sin sacrificar el atractivo.
#3 Los muebles son sencillos
A diferencia de las fotos de las revistas de decoración, donde cada pieza de mueble es cuidadosamente escogida y es casi una obra de arte en sí misma, las personas que aman su casa generalmente optan por muebles sencillos. Para darle su toque personal eligen un mueble o pieza de decoración llamativa, pero no más de una por habitación.
#4 La luz natural no lo es todo
Aunque la mayoría de nosotros amamos la luz natural y los grandes ventanales, la realidad es que no siempre se puede disponer de luz natural en todas las habitaciones de la casa. Por eso conviene contar con al menos tres fuentes de luz artificial complementaria: una que emane del techo, una al nivel de los ojos (como una lámpara de pie o una veladora sobre una mesa), y otra que surja de la pared.
#5 Liberan las paredes
El problema con los adornos y cuadros en las paredes es que llevan fácilmente al aburrimiento; después de un tiempo ya casi no los notarás, y con un poco más de tiempo puede ser que hasta lleguen a irritarte.
Para evitarlo, muchas personas en lugar de colgar sus piezas de arte o fotografías en las paredes, las colocan en bibliotecas o estanterías, donde resulta más sencillo cambiarlas por otras o moverlas de lugar, creando siempre un aspecto fresco y renovado.
Vía | iMujer